Isis Medina
Muchas palabras, muchos significados.
Si tu hijo vive con alguna condición que limita el acceso al lenguaje lo más probable es que, para ustedes, como familia no sea tan difícil comunicarse con él y que tengan la sensación de que su hijo cuenta con el vocabulario suficiente para desarrollarse en el día a día. Te propongo un ejercicio interesante: en el lugar en que te encuentres al momento de leer esto, levanta la mirada y observa con cuidado el entorno, piensa en el nombre de todos los objetos que puedes ver: repisas, crucifijo, clavija, enchufe,filtro purificador, estantes, alacenas, zotehuela, interfón, interruptor, foco o bombilla, cortinas, ventana, ventanales... y reflexiona acerca de su tu hijo conoce, usa y evoca el nombre de esos objetos que se encuentran ahí y que día a día ve, conoce e incluso usa.
Es claro que el niño conoce esos objetos y conoce su utilidad, lo más probable es que sea capaz de decir: "Mamá, ya no hay agua" pero necesitamos que sea capaz de decir: "Mamá, ya no hay agua, necesitamos rellenar el filtro" o que al decirle "limpia el interruptor de luz de la recama, le ha quedado mermelada cuando lo usaste con las manos sucias" sepa de qué estás hablando y pueda llevar a cabo la instrucción.
Entre más amplio sea el vocabulario de nuestros niños más probabilidades tendremos de un logro académico similar al de sus pares y más probabilidades de desarrollar su pensamiento en diferentes áreas. Me explico: un niño que conoce el significado de las palabras (grupo, conjunto, paquete, montón) tendrá mayor posibilidad de comprender ideas como unidad, decena, centena..., siglo, milenio...etc... y más adelante podrá integrar definiciones abstractas (el sistema solar es un conjunto de planetas y otros objetos astronómicos que giran en una órbita)
Es común que en el afán de crear una comunicación efectiva con nuestros hijos nos hayamos acostumbrado a simplificar nuestro lenguaje se trata de una estrategia muy efectiva en las etapas más tempranas del desarrollo del lenguaje, sin embargo conforme los niños se van haciendo más competentes es importante que nosotros sigamos estimulando y "subiendo el criterio" poniendo a su disposición más vocabulario cada vez más específico y mas complejo, esto con el objetivo de "apuntalar" o sustentar los procesos de pensamiento y completando esas lagunas que inevitablemente suceden en niños que no han crecido con un acceso completo al lenguaje.
Para poner el vocabulario al alcance de nuestros niños es ideal usar el lenguaje de forma natural, cada vez que demos una instrucción o hablemos de algo en casa,intentemos ser lo mas específicos y descriptivos posibles, así podríamos decir: "amor, dame el cepillo que está sobre la repisa de mi recamara" o "Amor, dame el cepillo que está en el cajón inferior de mi buró, EL CAJÓN INFERIOR, EL DE ABAJO, EL INFERIOR" (a esta técnica de dar primero la palabra nueva después el sinónimo o la explicación y nuevamente la palabra nueva, le llamamos sandwich auditivo y es una gran estrategia para aumentar el vocabulario de una forma natural)
Puede ser que al principio el uso de estas estrategias sean difíciles para nosotros, ya que requieren que seamos muy conscientes TODO el tiempo que estamos hablando con nuestros hijos, pero entrenándonos podemos convertirnos en expertos. Podemos hacer para nosotros una lista de palabras que queremos introducir en la semana ( 5 es un buen número para comenzar) y esforzarnos por usarlas cotidianamente durante la semana, si lo hacemos consistentemente encontraremos dos beneficios, primero que el niño conocerá más palabras y después que nos habremos entrenado en presentar constantemente vocabulario nuevo y de forma natural y si convertimos esto en un hábito en algunos meses verás un cambio RADICAL en el lenguaje expresivo de tu hijo.
En enlaces encontrarás algunos ejercicios de vocabulario que podrían ser útiles, no sería prudente presentarle las hojas y pedirle que las complete, tal vez sería más provechoso si nosotros leemos para él la oración y hacemos una pausa para que complete, una vez que hemos hecho varios ejercicios juntos podríamos solicitar que él lea y esperar su respuesta y sólo después de estos pasos podríamos preguntar ¿crees que podrás seguir sólo? yo me quedo cerca y si necesitas ayuda me dices. En el caso de los más pequeños podemos leer la oración y darle opciones: ¿qué crees que vaya aquí?. Si lo hacemos de esta forma el niño se sentirá capaz y competente y estaremos promoviendo la independencia haciéndole sentir emocionalmente seguro.