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  • Foto del escritorIsis Medina

El monstruo come-miedos

La imagen que ves en esta entrada es un monstrito que vive en la recamara de mi hijo sordo, este simple y adorable monstruo ha sido una invaluable herramienta para ayudar a Juan Pablo a 1) entrar en contacto con sus emociones, 2) expresar sus emociones de forma visual y oral, 3) aceptar sus miedos, 4) enfrentar sus miedos y finalmente 5) superar sus miedos.


Podría suceder que el curso de los acontecimientos en los últimos días devenga en dificultades para conciliar el sueño, incremento en la ansiedad, desarrollo de intolerancia, incremento en la frustración, etc... Se trata de una situación absolutamente nueva, frente a la cual no contamos con elementos de referencia para regular nuestro actuar lo que puede resultar una carga demasiado pesada para cualquier niño, especialmente si se trata de un niño que vive con alguna discapacidad invisible.


La realización del monstruo es un proceso muy sencillo, necesitamos una caja de cualquier tamaño, y papel de colores, tijeras pegamento, tal vez elementos decorativos como pompones, brillos, estampas, marcadores... cualquier cosa que el niño decida. Por eso si tenemos dos hijos, es bueno que cada uno haga su propio monstruo. Haremos un orificio a la caja a manera de boca y el resto queda a la creatividad de mamá-niño tantos ojos como decidan, del color que decidan, en la posición que quieran etc...


Es muy importante que el monstruo sea realizado por el niño y una persona de confianza, es la mejor manera de darle al niño el poder sobre sus emociones, ese control al tomar las decisiones sobre el muñeco se traducirá en el control sobre sus emociones, por eso evitemos hacer comentarios del tipo "los ojos no van ahí" porque el lugar donde colocamos nuestras emociones es una decisión intuitiva personal y no sujeta a juicios externos.


Muy difícilmente el niño podrá expresarnos: "mamá, le grité al perro (me pelee con mi hermano) porque me siento ansioso ante lo que sucede y vacié mi frustración en él" y no nos lo dirán por la muy simple razón de que ellos mismos no lo saben. Por lo anterior para que ellos logren identificar aquello que los inquieta será conveniente al final de la tarde (ya que se acumularon las emociones y para prepararlo para el descanso) decirle al niño que dibuje cosas que dan miedo, aquellas cosas que podrían atacarnos o lastimarnos (puede ser la oscuridad, un monstruo, un viejo malo, un virus...) podría suceder que el niño identifique muy bien lo que le da miedo y sea tanta la aversión que no quiera dibujarlo, en ese caso lo podemos abrazar y decirle que lo dibuje con los ojos cerrados (no importa el trazo lo que importa es que plasme algo que siente). Por último alimentaremos al monstruo con el dibujo, el niño decidirá de que forma, puede arrugar el dibujo, puede romperlo, meterlo íntegro... como él decida, hazle saber que tiene opciones.


En alguna ocasión Juan Pablo me dijo: "mamá, sólo funciona por un día pero después el miedo (a la oscuridad) regresa" entonces le expliqué que el monstruo deberá trabajar durante varios días, que funcionaría poco a poco, tú te darás cuenta del progreso porque los dibujos se hacen cada vez más definidos y cada vez tiene mayor posibilidad de platicar lo que ha dibujado. Ese es el siguiente paso, después de un tiempo (cada niño tiene su tiempo) esperamos que el o ella sean capaces de hablar de aquello a lo que le temen, ponerle nombre y expresar las razones por lo que lo encuentran atemorizante, entonces será una excelente oportunidad de hacerle ver que 1) TIENE RAZÓN, tal o cual cosa puede ser atemorizante para algunas personas por determinadas razones (es peligroso, nos pone en peligro, es incierto) 2) ESTA BIEN SENTIR MIEDO, no es una razón para avergonzarse y reconocer nuestro miedo es muy valiente, y 3) PODEMOS SEGUIR ADELANTE, somos dueños de nuestras emociones y no vamos a permitir que el miedo nos detenga, así que podemos hacer las cosas a pesar del miedo.


Es importante darle un nombre adecuado a las cosas, la oscuridad se llama oscuridad, los alcohólicos así se llaman y los virus se llaman virus, podemos usar eufemismos al comienzo para explicar las ideas, pero si queremos incrementar su vocabulario es bueno siempre llamar a las cosas por su nombre.


En "enlaces" encontrarás un video para darte ideas para hacer juntos su monstruo, platiquen mucho al respecto, esperamos que pronto se sientan cómodos hablando de las emociones, no dejes de escribirnos tus comentarios y tus sugerencias .





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